Tras años de presencia en e-commerce, sometemos a análisis el papel de las wishlists en las webs de retail y la interesante llegada de un nuevo modelo que pretende poner patas arriba el concepto mismo de lista de deseos.
Las wishlists durmientes
Hace tiempo que se sabe que disponer de una wishlist en e-commerce ahorra tiempo a los usuarios y mejora su proceso de compra. Mucho se ha repetido que ayuda a fidelizar clientes y ofrece información muy valiosa al permitir identificar los productos más populares, enviar recordatorios a los clientes potenciales que guardan artículos en sus listas y, en definitiva, realizar campañas de marketing segmentadas y, por tanto, más eficaces.
Sin embargo, muchos intuíamos que esta funcionalidad no acababa de cuajar –no es casual que webs de la talla de Zara o Fnac todavía no la tengan– y que el verdadero potencial de las wishlists estaba aún por desarrollar.
Somos legión los que utilizamos las wishlists de las distintas webs a modo de carrito de la compra: poco más que un peculiar bloc de notas donde guardar artículos que nos gustan en webs que, muchas veces, tardamos meses en volver a visitar. También somos muchos los usuarios que encontramos intrusivos esos e-mails de «¿Has olvidado algo en tu wishlist? ¡Finaliza tu compra ahora!» y, afortunadamente, cada vez más los retailers que los evitan porque así lo entienden.
Un nuevo modelo
Por fin, una nueva app nos demuestra que estábamos en lo cierto.
Gift me something no es una simple lista de deseos, sino una vuelta de tuerca al propio concepto de wishlist y un manifiesto para transformar la cultura del regalo.
Esta aplicación permite al usuario crear una lista de deseos donde incluir cualquier artículo que pueda encontrar online o en un establecimiento físico, ya sea añadiendo una foto, un enlace a la web del vendedor o incluso un texto libre donde dejar volar la imaginación. De este modo, los deseos no se limitan a artículos al uso, sino que incluyen experiencias de todo tipo, retos pendientes, actividades de formación o desarrollo personal, etc.
Las listas pueden mantenerse en un nivel privado o compartirse con otros usuarios, que se clasifican en siete niveles diferentes, desde la pareja hasta los conocidos lejanos, pasando por amigos próximos y parientes varios. Así, el usuario puede decidir qué elementos de su lista son visibles para cada uno de sus grupos de contactos, y estos contactos pueden reservar regalos de la lista.
¿Un futuro prometedor?
En entradas anteriores hemos insistido en la importancia de comprender el perfil de los nuevos consumidores: personas exigentes y bien informadas que no tienen tiempo que perder y buscan un valor añadido en sus compras. Por eso creemos que esta app da en el clavo al eliminar los quebraderos de cabeza, la frustración y el derroche, al tiempo que multiplica el placer de regalar.
También hay buenas noticias para los retailers: Gift me something tiene previsto integrar sus wishlists y ofrecer a quienes no la tengan su creación mediante una herramienta SaaS. De este modo, dirigen tráfico a las webs de los distintos retailers y les permiten llegar a un público que, de otro modo, no necesariamente les conocería. Por otra parte, el impacto en la reducción de las temidas devoluciones parece lógico teniendo en cuenta que el principal objetivo de la app es conseguir que demos en la diana con nuestros regalos.
El potencial es evidente y el futuro, prometedor. Solo el tiempo dirá si esta app consigue calar a fondo en el e-commerce y transformar la industria del regalo.