Mido, luego existo

Mido, luego existo 5184 3456 Bea Vizcaíno

Vivimos en la era de los datos. La tecnología actual nos permite medirlo casi todo y, sin embargo, son muchas las empresas que apenas prestan atención a la mayor parte de la información que ya está disponible en sus sistemas o que podría estarlo con una mínima inversión.

En este artículo incidiremos en la importancia de los KPIs o indicadores clave de rendimiento como herramienta esencial en la estrategia de e-commerce para la consecución de objetivos.

Medir para mejorar

La reflexión se atribuye al matemático británico Lord Kelvin: “Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.

A pesar de la verdad y la lógica aplastante que encierra este concepto, la realidad de muchas empresas en todos los sectores sigue siendo la de trabajar en modo automático, sin detenerse a medir para mejorar. Esto suele ocurrir por una combinación de varios de estos motivos:

  • Carencia de estrategia

Detenerse a analizar el escenario global, establecer objetivos y definir estrategias para  mejorarlos es fundamental para asegurarse de que el equipo trabaja en la dirección correcta y de que lo hace de forma eficiente para alcanzar los objetivos que son comunes y prioritarios para la empresa.

  • Desconocimiento

Es imprescindible contar en el equipo con personas que dispongan del conocimiento y la visión necesarios no solo para definir la estrategia, sino también para concretar las herramientas y métricas que se utilizarán en la práctica para alcanzarlas.

  • Falta de tiempo

Es bien sabido que muchas veces los árboles nos impiden ver el bosque y que las tareas urgentes (no necesariamente importantes) del día a día suelen absorber la energía y el tiempo de los equipos, que no encuentran el momento de pararse a mirar la foto global.

  • Diversidad de sistemas

Aun cuando se consiguen superar las dificultades anteriores, no es raro que los equipos dispuestos a analizar los datos necesarios para avanzar en su estrategia se encuentren con dificultades de carácter técnico. Así, por ejemplo, puede ocurrir que los sistemas, software y procedimientos de la empresa no permitan extraer los datos deseados, o que estos se encuentren dispersos en diferentes sistemas o fuentes de información, de modo que se requiera mucho esfuerzo para recopilarlos y medirlos de forma eficaz.

 

Y sin embargo, es esencial tomarse el tiempo de levantar la cabeza del papel (o del ordenador), establecer unos objetivos y una estrategia para conseguirlos y definir los KPIs o indicadores clave de rendimiento que nos servirán de termómetro para comprobar el estado de nuestros objetivos y las mejoras que se consiguen a lo largo de un período determinado.

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